Miembros del personal en un taller de una empresa de tecnología de soldadura en el distrito de Bishan, municipio de Chongqing, suroeste de China, el 8 de febrero de 2022. [Foto/Xinhua]

Aún recuperándose de los efectos de la recesión económica ocasionada por la pandemia de COVID-19, una de las mayores preocupaciones de China para este año es estabilizar el mercado laboral, para impulsar un crecimiento económico estable y con las expectativas de crear 11 millones de nuevos puestos de trabajo urbanos. 

Con este objetivo en la mira, ya existen medidas para darle una solución a esta problemática, aunque aún quedan ciertos obstáculos que superar. 

La incertidumbre de la pandemia

Una de las mayores preocupaciones sigue siendo la pandemia del COVID-19, y más aún, con los nuevos rebrotes que ha sufrido el país asiatico desde principios de marzo. La experiencia del cierre total del centro tecnológico de Shenzhen hizo crecer las alarmas. 

El año pasado, el crecimiento económico se redujo del 7,9% en el segundo trimestre al 4,0% en el cuarto trimestre del año pasado. Eso mientras que el crecimiento de la inversión total en activos fijos y las ventas totales al por menor disminuyeron del 12,6% al 4,9 % y del 23% al 12,5% respectivamente. 

Más alarmante fue el débil desempeño del sector terciario, que representó el 47,7 por ciento del empleo total en 2020. 

Debido a su carácter intensivo en mano de obra, las industrias de servicios son muy sensibles al impacto del COVID-19. 

Trabajadores covid
Trabajadores en una empresa de fabricación de máscaras faciales en Jinjiang de la ciudad de Quanzhou, provincia de Fujian, en el este de China, el 21 de marzo de 2022. [Foto/Xinhua]

Casi todos los brotes esporádicos están relacionados con los viajes, el ocio o las actividades de la vida cultural y social, y provocan el cierre de los negocios relacionados durante semanas. 

No es de extrañar que el producto interior bruto en este ámbito disminuyera del 8,3% al 4,6% durante los últimos seis meses de 2021. El crecimiento de la inversión en activos fijos de este sector fue sólo del 2,1 por ciento, el nivel más bajo desde 2004.

Retos de la transición

Es problemático para China resolver el paso de los antiguos a los nuevos motores de crecimiento económicos. Por un lado, la «vieja economía» (como el sector de la construcción o el sector manufacturero) está perdiendo terreno y contratando menos personal o incluso despidiendo trabajadores.

Por otro lado, la «nueva economía» (como la intermediación financiera, el arrendamiento y los servicios a las empresas, el sector inmobiliario, los programas informáticos y los servicios de tecnología de la información) aún no es lo suficientemente fuerte como para tomar la delantera. Con la entrada de cada vez más titulados universitarios en el mercado laboral, la situación se complica. 

Los técnicos reparan las piezas en funcionamiento de un tren de alta velocidad en el depósito de la UEM de Shanghái, el 28 de febrero de 2022. [Foto/Xinhua]

Por ejemplo, el sector de la construcción, que en 2013 era el principal empleador, contratando a más de 29 millones de personas, en 2020 redujo su plantilla de trabajadores a 21,5 millones de personas debido principalmente al enfriamiento del mercado inmobiliario. Y el sector manufacturero ha visto disminuir su nivel de empleo de 52,6 millones a 38,1 millones. 

Mientras, las ramas de la nueva economía, en su conjunto, han ampliado su contratación en al menos un 41%, lo que representa unos, 8,6 millones puestos de trabajo. Lo que a duras penas llega a compensar los puestos de trabajo perdidos en las áreas tradicionales, pero además apenas puede satisfacer la demanda de empleo de unos 10 millones de universitarios y licenciados y más de 3,6 millones de estudiantes de cursos cortos. 

Por lo que China va a tener que hacer frente en el corto plazo al desempleo debido a la reducción de las industrias tradicionales. 

El rol del gobierno

El gobierno central promete ayudar a las micro y pequeñas empresas y a los autónomos mediante reducciones fiscales, reembolsos anticipados del impuesto sobre el valor agregado (IVA), reducciones de los pagos a la seguridad social y fondos para la formación. 

Todo ello, al tiempo que insta a las empresas estatales a agilizar los pagos adeudados y a rebajar las tasas para que las pequeñas entidades del mercado puedan mantener sus operaciones estables y la seguridad del empleo.

Las medidas tomadas

En este último sentido China anunció el pasado 18 de marzo la reducción del impuesto sobre la renta del 25% al 20% para algunas pequeñas empresas.

El recorte del impuesto sobre la renta está destinado a las pequeñas empresas con una renta imponible anual que no supere los 3 millones de yuanes (471.475 dólares), que no tengan más de 300 empleados y cuyos activos sean inferiores a 50 millones de yuanes

La reducción del impuesto sobre la renta estará en vigor hasta finales de 2024. 

Por otro lado, recientemente el primer ministro chino, Li Keqiang, anunció un nuevo paquete de recortes y devoluciones de impuestos por un total de 2,5 billones de yuanes. 

China pondrá en marcha la devolución de créditos del IVA por valor de 1,5 billones de yuanes (235.560 millones de dólares).

La devolución del crédito es una medida de alivio que puede apoyar a las empresas de forma directa y eficiente. También es una reforma que ayuda a cultivar fuentes de ingresos fiscales y a perfeccionar significativamente el sistema del IVA. 

Además, los créditos de IVA pendientes se reembolsarán en una sola suma a finales de junio. Las devoluciones a las microempresas se completarán en abril, y las de las pequeñas empresas en mayo y junio.  

Miembros del personal en un taller de una empresa de tecnología de soldadura en el distrito de Bishan, municipio de Chongqing, suroeste de China, el 8 de febrero de 2022. [Foto/Xinhua]

Por último los créditos de IVA pendientes de las empresas de fabricación, investigación y servicios técnicos, producción y suministro de electricidad, calefacción, gas y agua, servicios de software y tecnología de la información, protección ecológica y gobernanza medioambiental, y transporte, almacenamiento y servicios postales, serán reembolsados en su totalidad. 

Con el objetivo de hacer crecer el PBI del país un 5,5% este año, y mantener la tasa de desempleo en las zonas urbanas por debajo también del 5% por ciento, estas ya son algunas medidas que el gobierno chino ha tomado, mientras rápidamente se recupera de la recesión económica sufrida en el 2020, para lograr llegar a valores económicos normales y poder cumplir con las expectativas planteadas por el XIV Plan Quinquenal.