
Las exportaciones de carne vacuna de Australia en 2022 se desplomaron a un mínimo de 19 años, debido a un bajo número de ejemplares disponibles para sacrificio, las alteraciones climáticas y los desafíos en la cadena de procesamiento.
Además, los precios de la carne en 2022 no fueron competitivos debido a que el ganado australiano alcanzó precios récord, lo cual influyó en las decisiones comerciales de muchos mercados.
El volumen total de exportación llegó a 854 592 toneladas, el nivel más bajo visto desde 2003 (840 929 toneladas), cuando la alarma mundial por la EEB (enfermedad de las vacas locas) redujo drásticamente la demanda de carne vacuna en mercados como Japón, Estados Unidos y Corea.
El resultado del año pasado fue incluso más bajo que el año anterior de 2021, que hasta ese momento era el año de volumen más bajo desde el evento de EEB de 2003.
Entre 2018 y 2019, cuando la sequía obligó a liquidar ganado, los envíos de Australia superaron los 1,25 millones de toneladas en años sucesivos, lo que representa una disminución dramática del 32% en el nivel de comercio observado en 2022.
Sin embargo, lo peor del ciclo ya quedó atrás, Australia anticipa un aumento de este año a 1,065 millones de toneladas de peso en canal, antes de volver a niveles más normales de 1,14 millones en 2024.
El efecto del año pasado se intensificó aún más por las buenas condiciones climáticas en la mayoría de las áreas ganaderas de Australia, lo que motivó a los productores de carne de res a retener la mayor cantidad posible de ganado para reconstruir el hato y aumentar el peso de la canal.
El volumen de exportación en diciembre alcanzó las 76 118 t, un 1 % menos que en el mismo período del año anterior, lo que sugiere que parte de esa carne de res envasada puede transferirse al comercio de enero o venderse en el mercado interno.
Japón fue de lejos el primer comprador con 214.305 t de carne refrigerada y congelada australiana. Esa cifra fue inferior a la del año anterior un 8,3 %, debido principalmente a la fuerte competencia de EE. UU., que exportó volúmenes récord en 2022. En comparación, en 2019, Australia exportó 288.000 t a Japón.
Corea del Sur terminó el 2022 con 160.725 toneladas de carne australiana, ligeramente por debajo del año anterior, lo que nuevamente refleja la reputación de Corea como uno de sus clientes más estables y confiables de Australia. Solo en diciembre adquirieron 16.125 t, 6,23 % más que en diciembre de 2021.
En cambio, el mercado de China, agobiado por nuevos brotes de COVID y otros problemas, continuó perdiendo más brillo para los exportadores australianos el año pasado, representando 158.086 t, un aumento marginal respecto al año anterior, pero muy lejos del año 2019 cuando el mercado importó 300.000 t.
Por su parte, dada su propia abundancia de carne de res a nivel nacional por cuenta de la liquidación por sequía, Estados Unidos tomó el año pasado solo 133.925 t, por debajo de las ya bajas 145 263 t del año anterior.
Tanto el año pasado como el 2021 se observaron cifras por debajo de la mitad de las que alcanzó el apogeo del mercado estadounidense, cuando Australia vendió constantemente entre 270 000 y 300 000 toneladas de carne molida en los puertos de la costa este y oeste de los EE. UU. cada año.
Mercados secundarios fueron Indonesia, que importó más de 39 mil t, 13 % menos que en 2021; Taiwán, con cerca de 22 mil, bajó 6 %, y Filipinas importó 22,925t, un 15 % menos. 7 países de Oriente Medio adquirieron 28 mil t, 7 % menos, debido a opciones más baratas de Sudamérica y Norteamérica.
En ausencia de un acuerdo de libre comercio con cualquiera de las partes, la Unión Europea solo adquirió 7069 t, mientras que el Reino Unido se hundió a apenas 741 t. Cualquier avance con un TLC con el Reino Unido este año, y potencialmente seguido por la UE, podría hacer que las cifras se recuperen más cerca de los niveles históricos.