Xi Jinping, figura central en el Partido Comunista Chino (PCCh), un organismo tan gigantesco como complejo.

La indignación china sobre el tratado de paz que firmaron los aliados para poner fin a la primera guerra mundial, que otorgaba a los japoneses las concesiones alemanas en la península de Shandong, dio lugar a manifestaciones estudiantiles y al nacimiento del Partido Comunista Chino (PCCh) en 1921. La agitación derivó en una guerra civil que finalizó en 1949 cuando el PCCh – de la mano de Mao Zedong – tomó el control de la China continental, y fundó la República Popular China.

A lo largo de 100 años, el PCCh no sólo ha sobrevivido, sino que ha llevado a China a ser la 2da potencia mundial.

El presente artículo describe a través de 5 capítulos: 1) como se ha organizado partido, su Estado y FFAA, 2) como se concentró el poder, 3) como se nutre de militantes, 4) como lo vive el pueblo, y 5) hacia dónde va el comunismo chino.

1. La organización política China: cómo funciona la trilogía Partido-Estado-FFAA

Si bien el PCCh es su columna vertebral, para su funcionamiento la organización política China está amalgamada en tres grandes estructuras:

A. El Partido, dirigido por su Secretario General,

B. El Estado cuya jefatura la ejerce el Presidente, y

C. Las Fuerzas Armadas -FFAA-, lideradas por el Presidente de la Comisión Militar Central.

A.   El omnipresente Partido Comunista Chino

La Constitución de la República Popular China estipula que todo el poder del país pertenece a su pueblo, y que sólo el Comunismo puede gobernar, de allí que no compiten con otros partidos por el control del país.

El órgano a través del cual el pueblo ejerce el poder es la Asamblea Popular Nacional (APN) que es el máximo órgano legislativo de China. La APN se reúne una vez al año y sus casi 3.000 diputados son elegidos por un periodo de 5 años. Los mismos son cuidadosamente seleccionados dentro del PCCh, que cuenta con 90 millones de afiliados.

DE ENTRE LOS DIPUTADOS DE LA APN, UN GRUPO MÁS REDUCIDO, EN TORNO A 175 MIEMBROS, FORMAN EL COMITÉ PERMANENTE DE LA ASAMBLEA POPULAR NACIONAL (CPAPN), QUE SE REÚNE DE MANERA HABITUAL Y SE ENCARGA DE LAS ACTIVIDADES LEGISLATIVAS RUTINARIAS.

En particular, la Constitución otorga a la APN el poder de elegir y destituir a los siguientes integrantes de los órganos supremos del Estado:

El Politburó, a su vez, tiene la responsabilidad de seleccionar, de entre sus miembros, a los 7 funcionarios para quienes quedan reservadas las decisiones de máxima importancia: el Comité Permanente del Politburó (CPP).

El CPP es pues el órgano de mayor influencia real en China, y cada uno de sus miembros está a cargo de una o varias áreas del Gobierno. Aunque paralelamente existe un gabinete de ministros encargado de todos estos asuntos, en realidad la última palabra recae sobre este núcleo duro del partido.

El Secretario General del Partido es el oficial de más alto rango del Partido, y hoy también es el Presidente de la República y el Presidente de la Comisión Militar Central, lo que lo convierte en el jefe del Partido, del Gobierno, y de las FFAA.

EN DEFINITIVA, EL PCCH ES UNA ORGANIZACIÓN CERRADA, JERÁRQUICA E INFLEXIBLE QUE LES GARANTIZA A SUS LÍDERES EL RESPETO A TODAS SUS DECISIONES.

B.   El Estado, una extensión del Politburó

Dentro la República Popular China, el Consejo de Estado (CE) es el máximo órgano ejecutivo de la administración estatal. El CE se compone de un primer ministro, cuatro viceprimeros ministros, 27 ministerios y consejeros de Estado. En el CE, cada término es de 5 años.

El primer ministro del CE es nombrado y removido por el presidente de la República. Tanto el primer ministro como los cuatro vicepresidentes forman parte del Politburó.

C.   Las FFAA, la otra extensión del Politburó

La Comisión Militar Central es el máximo órgano militar del Estado con la responsabilidad de dirigir todas las fuerzas armadas en el país. Dicha comisión está liderada por un presidente, acompañado de 3 vicepresidentes, quienes son elegidos por un período de cinco años y pueden ser reelectos.

fuerzas armadas china
Las fuerzas armadas tienen un rol central en la estructura de poder en China. Fuente: USAF

El presidente de la Comisión Militar Central es elegido por la APN, pera ya desde hace años el puesto pertenece al Secretario General del Partido. Dos de sus tres vicepresidentes forman parte del Politburó.

2. El poder, concentrado y principista

 En los años 80, en un impulso de modernización y para darle mayor peso a las institucionesDeng Xiaoping logró que la gestión del Secretario General del Partido se limite a un máximo dos mandatos.

En 2012 China entró en un nuevo y estrecho rumbo con el liderazgo de Xi Jinping, quien obtuvo del partido todas las palancas de poder. Incluso, en 2018, su gobierno aprobó una reforma constitucional que eliminó el límite de dos periodos, permitiendo la reelección indefinida. Xi se convirtió de hecho en un líder que podrá gobernar por un largo período de tiempo.

Xi Jingping, líder político y militar de China. Fuente:www.voachinese.com

Xi, y los líderes que lo acompañan, piensan que para que el comunismo sea sustentable en el tiempo, sin sucumbir en la “bonanza capitalista” de su economía, ni terminar disueltos como sucedió en URSS, deben volver a sus valores fundacionales, pero manteniendo su crecimiento económico y su inserción financiera en el mundo.

PARA PODER IMPLEMENTAR ESTA ESTRATEGIA, XI Y SUS PRINCIPALES ESPADAS DEL POLITBURÓ PASARON A OCUPAR LOS PUESTOS MÁS RELEVANTES DEL ESTADO Y DE LA FFAA.

Si bien es obvio que Xi ha llevado al partido a una posición cerrada y hegemónica de poder, también pudiera decirse que es más una posición defensiva que expansiva, donde el PCCh busca integrarse al mundo manteniendo intacta su forma de gobierno.

Las consecuencias de esta mayor radicalización, obliga al gobierno a ser «principista» frente a sus reclamos territoriales históricos, y duro frente a eventuales insurgencias internas o voces disonantes. Esto le traerá aparejadas dificultades no menores con el mundo en el cual pretende aumentar su inserción.

Es de suponer que, llegado ese punto, harán uso de su diplomática paciencia y de su comercial sagacidad (tal cual quedó demostrada en el reciente proyecto One Belt – One Road, mediante el cual volcarán 1,2 billones de dólares al mundo para ayudar en su infraestructura).

3. Los militantes, nutren al partido

Con 90 millones de afiliados, el PCCh es el segundo partido político más grande del mundo, solo superado por el Partido Popular Indio.

Los requisitos que el Partido impone a los ciudadanos para formar parte del mismo son muy estrictos, y podría decirse que sus militantes son promocionados en función de sus méritos según marca la tradición del confucianismo.

El proceso de incorporación al PCCh puede sintetizarse en tres etapas:

  1. Durante la infancia, en las escuelas Chinas, se obliga a los alumnos a alistarse en una organización que los instruye en los valores del Partido (patriotismo, colectivismo, socialismo y comunismo) y les inculca el amor por la patria, por la ciencia, por el trabajo y por la propiedad pública. Los niños se distinguen por llevar un pañuelo rojo, sin el cual no pueden ingresar a la escuela. «Los Jóvenes Pioneros» es un organización que representa a las nuevas generaciones más adoctrinadas de la sociedad, de 6 a 14 años de edad.
  2. Durante la juventud, a partir de los 14 años, aquellos que quieran seguir prosperando según las bases del Partido, deben solicitar admisión en la Liga de la Juventud Comunista de China, donde aprenderán sobre el pensamiento de Maode Xi Jinping (recientemente incorporado), y sobre las directrices del Partido. El objetivo principal de la Liga es identificar a los mejores talentos del país y educarlos para que se conviertan en futuros líderes.
  3. Durante la adultez, los ciudadanos de la Liga que quieran entrar de manera oficial al PCCh deben presentar una solicitud (se acepta solo un 10% de las mismas) y pasar una serie de duras pruebas de acceso, a lo largo de varios años. Los candidatos deberán asistir a cursos sobre la ideología del Partido, con sus correspondientes exámenes, y presentar una tesis. Todo ello, además, acompañado de un profundo análisis de la vida personal de cada uno.

4. El pueblo, conforme con su presente

En 1949, cuando el comunismo llegó al poder, sólo un 20% del país sabía leer y escribir. Hoy, el 97% de los adultos chinos saben leer y escribir.

Sin embargo, el camino transcurrido hasta hoy no ha sido fácil.

“La Gran Hambruna” de fines de los 50, los 10 años de la “Revolución Cultural” iniciada a mediados de los 60, y la represión de la plaza de Tiananmen de fines de los 80, dejaron muchos muertos y temor en el pueblo.

A partir de allí no han surgido en China movimientos de importancia que se opongan al régimen comunista, y no solo por el respeto que impone el poder, sino también por el extraordinario repunte económico y social de las últimas décadas.

Retrato de Mao Zedong, fundador de la República Popular China, en la entrada de la Ciudad Prohibida, Beijing.

En efecto, en la década del ’80 China, de la mano de Deng Xiaoping, comenzó una etapa de apertura económica. El país se abrió a las inversiones extranjeras y sus productos comenzaron a competir internacionalmente.

LOS RESULTADOS FUERON EXTRAORDINARIOS. EN LOS ÚLTIMOS 40 AÑOS, EL INGRESO PER CÁPITA AUMENTÓ 16 VECES (HOY SUPERA LOS U$ 10.000), Y LA POBREZA CAYÓ DEL 88% AL 2%, ES DECIR, 850 MILLONES DE CHINOS HAN SALIDO DE LA POBREZA.

Desde el punto de vista de las libertades individuales, la falta de libertad de prensa es ciertamente un serio obstáculo. Sin embargo, en muchos aspectos la vida de la gente ha mejorado, más que el aumento de sus ingresos. Pueden hoy acceder a educación, a servicios de salud, a viajar libremente, a tener más hijos, a adquirir artículos suntuosos y marcas internacionales, tecnología sofisticada y autos de alta gama.

En lo que respecta al uso de redes sociales, han reemplazado las redes americanas (de uso prohibido) por redes homologas chinas. En definitiva, las restricciones existentes no alteran mayormente la vida cotidiana de la gente.

5. Hacia dónde va el comunismo chino

Se podría concluir que, hasta hoy, el increíble éxito del PCCh no ha provenido de su socialismo, sino de su capacidad para adaptar el libre mercado a la situación de China, o en otras palabras haber logrado un “comunismo capitalista”.

A partir de Xi, China está buscando consolidar y sustentar ese comunismo, e integrarlo al mundo mostrándolo como una alternativa válida de gobierno. Si lo logra, estará pavimentando el camino para intentar co-liderar el mundo junto a Estados Unidos.