China ha incrementado sus incentivos fiscales y de tasas, así como las políticas de apoyo a las empresas, una medida que no sólo ha ofrecido una “lluvia oportuna” a las empresas en sequía financiera, sino que también ha servido de inyección para la economía.

Los datos oficiales de la Administración Tributaria Estatal de China mostraron que las devoluciones de impuestos de China, así como los recortes y aplazamientos de impuestos y tasas, habían superado los 3,4 mil millones de yuanes (unos 478.000 millones de dólares) hasta el 20 de septiembre.

El total se compone de unos 2,21 billones de yuanes de créditos de impuesto sobre el valor añadido que se han devuelto a los contribuyentes, 591.600 millones de yuanes de recortes de impuestos y tasas, y 632.600 millones de yuanes de pagos de impuestos y tasas diferidos.

Los incentivos fiscales y de tasas combinados han sido vitales para rescatar a las empresas en dificultades. 

Una empresa de gestión de residuos con sede en la ciudad de Ji’an, en la provincia de Jiangxi, al este de China, por ejemplo, había tenido márgenes de beneficio negativos antes de mayo, según el jefe financiero de la compañía, Zhang Leshan.

Sin embargo, tras recibir una rebaja fiscal de 10,48 millones de yuanes en mayo y una exención de 160.500 yuanes que le fue devuelta a su cuenta, los beneficios mensuales de la empresa han repuntado a terreno positivo y han alcanzado los 2,86 millones de yuanes.

Zhang también dijo que los costes operativos mensuales de la empresa se han reducido en un 5,3%. “Se estima que la empresa experimentará un aumento anual del 25 por ciento en los ingresos comerciales de todo el año”.

Otro ejemplo es la empresa de cría de animales Zhonghong Sanrong Group Co Ltd disfrutó de una devolución de impuestos por un total de unos 500.000 yuanes en julio.

“Utilizamos el dinero para comprar pulpa de soja, arroz integral y otras materias primas para el forraje de pollos. Después de tres meses, los pollos se vendieron a buen precio y los agricultores han recogido una cosecha”, dijo Sang Shujun, representante legal de la empresa.

Una encuesta de la Oficina Nacional de Estadística (NBS) mostró que el 90% de las empresas que recibieron devoluciones de impuestos desde que se aplicó la política creían que su flujo de caja había mejorado.

Además de estos incentivos fiscales y de tasas, en una reunión ejecutiva del Consejo de Estado de China se decidió aplazar temporalmente el pago de ciertas tasas y depósitos impuestos por el gobierno para aliviar aún más la carga de las entidades del mercado, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas, los hogares autónomos y las empresas manufactureras.

El gobierno chino ha centrado las políticas de impuestos y tasas aplicadas en 2022 principalmente en el apoyo a las empresas clave, como las de ciencia y tecnología, las manufactureras y las micro, pequeñas y medianas empresas, y tienen como objetivo precisamente “regar por goteo” las entidades del mercado que experimentan tensiones financieras.

A medida que las políticas y las medidas para estabilizar la economía siguen surtiendo efecto, el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero de China ha vuelto a entrar en territorio de expansión, según las cifras de la NBS.

El PMI del sector manufacturero se situó en 50,1 en septiembre, por encima de la línea de expansión y caída de 50, y por encima del 49,4 de agosto.

Los datos mostraron que la confianza de las empresas manufactureras se fortaleció en septiembre, con el subíndice de expectativas de la actividad de producción y operación situándose en 53,4, 1,1 puntos más que el mes anterior.

Las políticas de apoyo siguen surtiendo efecto y el gobierno de Xi Jinping espera que las bases de la recuperación económica sigan consolidándose aún más, para recuperarse íntegramente de la crisis económica que China ha vivido desde el inicio de la pandemia del COVID–19.