Representantes de Australia, los Estados Federados de Micronesia (EFM), Japón, Kiribati, Nauru y los Estados Unidos de América se han reunido para impulsar la entrega del proyecto East Micronesia Cable.

Este proyecto, apoyado por Australia, Japón y Estados Unidos, construirá un cable submarino para conectar el estado de Kosrae en los EFM, Tarawa en Kiribati y Nauru al cable HANTRU-1 existente, situado en Pohnpei (EFM). El cable de Micronesia Oriental proporcionará comunicaciones más rápidas, de mayor calidad y más fiables y seguras, conectando a más de 100.000 personas en estos tres países del Pacífico.

Altos representantes de los seis países se reunieron cara a cara por primera vez en la reunión bianual de la Junta Ejecutiva del Proyecto, donde reafirmaron su compromiso de llevar a cabo este proyecto transformador y debatieron importantes pasos para finalizar el contrato de construcción del cable marino. Una vez firmado, este contrato significará el inicio de la ejecución.

El proyecto del Cable de Micronesia Oriental demuestra el compromiso de Australia, Japón y Estados Unidos de apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de los Estados Federados de Micronesia, Kiribati y Nauru mediante asociaciones eficaces. Este ambicioso proyecto fomentará la resiliencia económica, impulsará las oportunidades de desarrollo y mejorará el nivel de vida mediante la mejora de la conectividad de las telecomunicaciones, acercando a la región de Micronesia, así como al resto del mundo.

Los funcionarios concluyeron su visita con un recorrido por una estación de aterrizaje de cables en Sydney, donde vieron la infraestructura operativa y la tecnología que se implantará en sus respectivos países en el marco del proyecto. La colaboración entre los seis países pone de relieve el compromiso de Australia de maximizar la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de la región, y los países seguirán trabajando juntos en proyectos de infraestructuras de telecomunicaciones que apoyen el crecimiento social y económico a largo plazo.

Australia y las energías renovables

Australia ha establecido un compromiso firme con la transición hacia energías renovables. El país se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 26-28% por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030, y a alcanzar emisiones netas cero para 2050.

El gobierno de Australia ha implementado una serie de políticas para fomentar la inversión en energías renovables, incluyendo la creación de un marco de energía limpia y la inversión en tecnologías de energía limpia. En particular, el país ha establecido un objetivo del 50% de energía renovable para 2030, lo que es un gran paso hacia la descarbonización del sector energético.

Australia es un líder mundial en el uso de energía solar y eólica. En 2020, el país alcanzó un hito significativo al generar más del 20% de su electricidad a partir de fuentes renovables. Además, Australia cuenta con una gran cantidad de recursos renovables, incluyendo energía solar, eólica, geotérmica e hidráulica, lo que le da un gran potencial para convertirse en un líder mundial en energías renovables.

El compromiso de Australia con la energía renovable no solo tiene beneficios ambientales, sino que también tiene un gran potencial para estimular la economía del país y crear empleos en el sector de la energía limpia. Además, la inversión en energías renovables puede ayudar a reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles y aumentar la seguridad energética a largo plazo.

En resumen, el compromiso de Australia con la energía renovable es un paso importante hacia la descarbonización del sector energético y la lucha contra el cambio climático. El país está demostrando liderazgo en este ámbito, y su enfoque en las energías renovables tiene el potencial de tener un impacto significativo en la economía y el medio ambiente.